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Negrito: Los perros también tienen ángeles que los cuidan

Esta es la historia de Negrito, un perro callejero con ángel que a pesar de todo pronóstico venció muchas adversidades para llegar a su verdadero hogar, no cabe duda que los perritos también tienen ángeles que los cuidan de todos los males que existen en las calles de nuestra ciudad.

Ciudad de Guatemala. Corría el mes de septiembre en la colonia Refomita, Zona 12  de la ciudad de Guatemala, como es común ver en nuestras calles perritos sin hogar que día a día buscan un bocado o una mano amiga que les brinde alimento, así llegó Negrito, a la puerta de mi casa. Solía aparecer y desaparecer, algunas veces mordido y golpeado por otros perros o personas por su carácter noble y cariñoso lo hacía presa fácil de la maldad, su gran tamaño no le impedía ser un perrito amoroso y tierno. Cada día fue más frecuente verlo, se cubría de la lluvia y el sol a la sombra de un frondoso árbol frente a mi casa.

Cada día fue creciendo la confianza que el sentía por nosotros, por lo que decidí ayudarlo operándolo y tratando de buscarle un hogar (que no es muy fácil actualmente).

Al momento de la cirugía se quedó en casa para sus cuidados, no se llevaba muy bien que se diga con mis otros perritos rescatados también, pero le acomodamos un lugar donde no lo molestaran y su recuperación fuera tranquila. Pasó las Navidades con nosotros muy feliz, hasta que los primeros días de Enero una familia se interesó por él y decidieron adoptarlo. Con mucho entusiasmo lo fuimos a entregar pero había algo en mi corazón que no me permitía gozar ese momento al máximo.

Al día siguiente me llamaron de su nuevo hogar, informándome que se había escapado, ¡No pasó ni un día con su nueva familia! De inmediato recurrimos a las redes sociales y asociaciones como AMA. Estuvimos compartiendo su fotografía para lograr encontrarlo.

Pasaron los días, las semanas y con ellas la esperanza de encontrarlo. Es verdad que por haber vivido en la calle sabia como sobrevivir, pero en su cuerpo llevaba ya las marcas de la dura vida en la calle, con cicatrices y una fractura antigua por un auto que lo atropello. Al momento de extraviarse se encontraba en Mixco, a km de nuestro hogar en la z.12

Una noche recibí una llamada de una amiga de la infancia, solicitando mi ayuda para auxiliar a un perrito que se había refugiado fuera de su casa esto en la Quinta Samayoa, z. 7. Al momento de mi llegada fui tal mi sorpresa al ver que Negrito era ese perro que había llegado en busca de ayuda.

No sé si los ángeles existen pero si es así no puedo negar que uno de ellos cuido cada paso de  Negrito este noble perrito. Camino día y noche, se atravesó calzadas importantes como la Roosevelt y la San Juan sin rumbo, quizá buscándonos y fue la gran casualidad que llegó con alguien que me conocía a cuya casa cabe resaltar nunca había ido y sin embargo el llego ahí, no podíamos salir del asombro, era demasiada la casualidad.

El día de hoy nuestra única explicación es que Dios guió sus patitas donde sabía que lo llevarían hacia mí, y que un angelito quiso ayudarlo cuidándolo de todo peligro, actualmente Negrito está en mi hogar que ahora también es el suyo…

Historia compartida por nuestro lector, José David Vielman

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