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¿En manos de quién pones a tu mascota?

Aunque muchos no lo crean o no lo sepan, existen personas denominadas “empíricos”, que se acreditan el título de Médico Veterinario sin tener las facultades legales para ejercer esta profesión, y que ponen en peligro la vida de muchas mascotas.

Estas personas puede ser que estudiaron solo un semestre de la carrera de medicina veterinaria, fueron ayudantes de un veterinario, o simplemente de trabajar en un criadero o pet shop haciendo grooming, comenzaron a poner vacunas y a ganarse la vida de esta manera.

Foto: depositphoto.com

Los dueños de mascotas caen en su trampa debido a la habilidad verbal y falsa imagen que poseen estas personas. Al no ejercer correctamente la medicina y cirugía, han desarrollado un poder de convencimiento increíble para que los propietarios crean que ellos saben lo que hacen.

Las consecuencias de las acciones de los empíricos van desde una vacuna mal administrada (que no produce inmunidad ni defensa contra las enfermedades), hasta cirugías mal realizadas, intoxicaciones con medicamentos, eutanasias innecesarias y muerte, en pacientes con posibilidad de recuperarse y vivir una buena vida.

Foto: depositphoto.com

Como dueño de mascotas puedes combatir el empirismo realizando las siguientes acciones:

✔ Reputación. Pregunta a familiares y amigos si conoce o puede referir a cierto veterninario.

✔ Credenciales. Algo básico que raramente hacemos, comprueba que la persona es realmente un veterinario.

✔ Conocimientos. ¿Tu veterinario práctica alguna especialidad? ¿Está en contacto con especialistas a los que podría enviarnos en caso necesario? ¿Está al día de los últimos avances en veterinaria? ¿Conoce y está abierto al uso de terapias alternativas, etc…?

✔ Tiempo. Selecciona un veterinario que le dedique el tiempo suficiente a cada consulta para que puedas hacer todas las preguntas, y recibir todas las respuestas, que te permitan salir de la clínica sin dudas.

Incluso para una revisión rutinaria, una visita al veterinario es el momento idóneo para que un especialista nos responda a cualquier duda sobre alimentación, cuidados, etc.

✔ Accesibilidad. ¿Tiene la clínica veterinaria un servicio de urgencias? ¿Qué ocurre si tu perro sufre un accidente en fin de semana, o después de la hora de cierre? Está el veterinario dispuesto a responder emergencias?

✔ Higiene. Asegurate que la clinica sea limpia para que tu mascota no contraiga enfermedades.

Además de sus conocimientos, otras virtudes que queremos encontrar en nuestro veterinario son sinceridad, compasión, comprensión, preocupación sincera por su mascota y apoyo. Serán fundamentales si tenemos la desgracia de encontrarnos con un problema importante.

Foto: depositphoto.com

Escrito por: M.V. Juan José Chávez López Col. 1,367

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