“Síndrome del gato paracaidista” o “Síndrome del gato volador” dio origen al ver que los gatos domésticos tienden a sufrir accidentes como el de caer de grandes alturas, estas caídas suelen tener un diagnóstico muy grave, sin embargo, el índice de supervivencia es alto, debido a que los gatos adoptan instintivamente la mejor postura para amortiguar el golpe. Poco antes de llegar al suelo, el gato se estira y con el roce del aire, caen en forma similar a un paracaídas.
El gato puede conocer la distancia que le falta para llegar al suelo gracias a ”las vibrisas”, pelos que actúan como sensores, como un GPS que marca la posición de todo aquello que rodea al felino. Estos se encuentran en los bigotes del gato, sobre los ojos, bajo las mejillas, el mentón y detrás de las patas delanteras.
Principales causas que provocan caídas:
-
- Descuido de los propietarios.
- Curiosidad que caracteriza a la especie felina.
- La falta de experiencia de los gatos jóvenes.
- Comienzo de actividad sexual.
Tips de prevención:
-
- Instala una malla o alguna reja en ventanas para evitar salidas.
- Esteriliza a tu gato o gata. Existe mayor riesgo de sufrir este síndrome si el gato no está esterilizado.
- Deja juguetes con los que pueda entretenerse.
- Otro gatito en casa puede hacerle compañía para jugar.
Se dice que siempre los gatos caen de pie, esto parece un mito, pero no lo es. Y la razón, es porque la espina dorsal es extremadamente flexible y no posee clavícula, además tienen 40 huesos más que el hombre, repartidos sobre todo entre la columna vertebral y la cola, lo que les da una gran flexibilidad y les permite girar y contraerse con mucha facilidad.
Cuando la altura no es considerable el gato aplicará un reflejo de orientación innato llamado “de enderezamiento” que lo hará caer de pie. Esta capacidad aparece a las 3 o 4 semanas de edad y se perfecciona alrededor de la séptima.
Si a tu gato le gusta estar en las orillas de la ventanas o terraza, lo mejor sera tomar precauciones, para evitar “su primer caida libre”
Publicado: 27/08/2013
Fuente: Revista PETmi No. 19
Editado 9/4/15