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Su amor al rescate hizo que su corazón se partiera en cuatro

Esta es la historia de 4 perros que llegaron a la vida de Rita y como cada uno tiene tiene un lugar especial en su corazón.

Su amor de ser rescatista hizo que su corazón se partiera en cuatro cuando conoció a sus 4 peludos.

Mofy, mi perr-hijo Schnauzer lo vi con apenas días de nacido, sin saber que un día estaría en mi casa; una amiga tenía una pareja de Schnauzers que tuvieron su primer camada, este muchachón fue el único machito, mi amiga se lo había regalado a su hermano, pero después de 4 meses él lo devolvió porque su esposa resultó embarazada, entonces Mofy se fue a vivir conmigo, de eso ya hace 13 años y hoy es mi perr-hijo mayor.
mofi
Luego a mi vida llegó Samantha mi perr-hija de raza mestiza. En unas vacaciones al Puerto, por la noche escuchamos llanto de perritos y le hicimos el comentario al guardián del lugar (no nos quejamos)  nos dijo que la perrita que vivía allí había tenido perritos, la siguiente noche no escuchamos nada y al día siguiente preguntamos qué había pasado.  El guardián nos dijo que había ido a perder a los cachorros a los matorrales cercanos!!…
Todos los que íbamos en el viaje somos  amantes de los perros y pusimos el grito en el cielo, inmediatamente fuimos a buscar a los cachorros, los bañamos, les dimos agua y comida, luego fueron adoptados ese día, Samantha era una de ellas.  La “canche por gusto” es parte de nuestra familia desde hace 7 años.
Su amor al rescate
La llegada de Odin, fue en los alrededores del Preventivo de la zona 18, 8 días después de haber rescatado a Sansón (hermano de Odin) de un tragante, vi que dos cachorros (nene y nena) iban camino al mismo tragante, los agarre y los metí en una caja de cartón, deje que su mamá se despidiera de ellos y me los lleve a casa esperando que alguien los adoptará.
Por dos meses les di leche con pacha, lamentablemente antes de los dos meses de nacidos la nena tuvo complicaciones y falleció por lo que Odin quedó sólito y ya no pudimos dejarlo ir.
Su amor al rescate
Hoy después de 2 años y 60 libras este “Sacerdote chapín” (la versión guatemalteca del Pastor Alemán) es parte de nuestra familia.
Felipa (Josefa, Linda o La Canche… dependiendo del vecino) es una nena de aproximadamente 8 años, cuando llegamos a vivir al sector ella ya rondaba los alrededores, los vecinos ya la conocían.  Algunos vecinos le poníamos comida y agua en la garita del sector, desde hace unos meses tuvo la suficiente confianza para entrar a mi casa. Al principio sólo al garaje, después al corredor de la casa y ahora es compañera de cuarto de Samantha.
Casi siempre está puntual en la puerta cuando regresamos de trabajar y entra a dormir, se levanta temprano (como todos en la casa) desayuna… A veces pide salir y a veces se queda todo el día… Ahhh Eso sí, asiste a los guardias y si en la madrugada siente que algo no va bien en el sector, tengo que levantarme a abrirle la puerta, porque ella tiene que cumplir con su inspección.
Así es como cada uno de mis pequeños llegaron a mi vida y ellos completan mi corazón. 
-Rita Cabria-

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