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Cárcel para el dueño de caballos a los que dejó morir

Cádiz, España. El mal olor fue lo que hizo que vecinos de fincas cercanas del lugar, que  avisaran al los miembros Asociación CYD Santa María, de España, entraron en las cuadras descubrieron los cuerpos putrefactos de dos caballos. Un tercero agonizaba a su lado. Al igual, que sus compañeros tenía la boca destrozada de comer el suelo y la pared del recinto donde se encontraban. Su dueño les había encerrado en su cuadra sin comida. También les había cortado el agua. La fiscalía pide ahora 10 meses de cárcel y dos años de inhabilitación por maltrato en una decisión pionera que para las protectoras de animales y servirá para, remover conciencias entre los que planeen actuaciones similares.

Virginia Solera, portavoz de CYD Santa María, recuerda la frialdad del dueño. “Es cierto que se abandonan muchos animales. Y que cuando te encuentras a los propietarios ves muchos casos de gente desesperada, que se han quedado sin dinero no solo para cuidar de los caballos, sino para sostener a sus familias. O ancianos con demencia senil. Pero él se bajó del coche, contó que tenía problemas económicos y así, con toda la tranquilidad, justificó lo que había hecho”. Lo que había hecho fue dejar morir a sus tres caballos impidiéndoles salir de su cuadra. También les cortó el agua para que no hallaran  donde beber. Debieron pasar muchos días de agonía. El caballo vivo se encontraba en pésimo estado. “Estaba desnutrido y con grandes heridas. Para sobrevivir, había tratado de comerse el suelo y la pared”, narra Solera. “La finca estaba bien. Fuera había una inmensa pradera verde”, recuerda. La fiscalía ha atendido la denuncia del Seprona y pide cárcel para la persona que dejó morir a sus animales. “Para nosotros es una decisión pionera, porque hasta hace poco los caballos eran considerados animales de renta. Sus propietarios podían hacer lo que quisieran con ellos. Hemos conseguido que sean considerados animales domésticos”, celebra la portavoz de CYD Santa María. “Habrá que esperar al juicio”, añade.

Pero esta historia tiene un final feliz. Adham, el caballo superviviente, conoció el pasado verano, a Lizanne, una joven holandesa de 19 años, que estuvo de voluntaria en CYD Santa María. Aunque estuvo a punto de morir, Adham se ha recuperado y después de tres intensos meses de convivencia, Lizanne lo adoptó y se lo ha llevado a su casa en Holanda. La asociación sigue atentamente los mensajes que les manda desde su país su nueva dueña. Su cuadra limpia, sus lazos de estreno, su manta brillante, los prados verdes por donde pasea.

Fuente: stopalmaltratoanimal

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