La muerte de un ser, independientemente de quien sea, siempre producirá un impacto en el entorno en el cual vivía, pues supone una separación que muchas veces no entendemos y que nos toma tiempo aceptar y aprender.
Cuando por una enfermedad o sencillamente por transcurrir el ciclo normal de la vida, afrontamos el dolor de perder a nuestra mascota, nos encontramos ante uno de los momentos más dolorosos, pero que forma parte de la existencia de todo ser.
Perder a una mascota por enfermedad o por edad:
Cuando se trata de nuestra mascota el dolor es el mismo, puesto que es un ser que amamos y con el cual compartimos muchos momentos. Debemos estar conscientes que nuestra mascota también envejece, al igual que todos los seres. Sin embargo eso no quiere decir que no le brindemos los cuidados necesarios para que su salud sea optima y tenga una vejez placentera.
El fallecimiento puede ser por consecuencia de la vejez, pero también puede ser causada por una enfermedad terminal, que de avanzar, será solo un proceso doloroso y cruel. Ante este hay que tomar la dura decisión de la Eutanasia.
En el momento que nuestra mascota ya no disfruta de su vida, no juega con tigo y se la pasa todo el tiempo mal, decaído y sin fuerza con síntomas de dolor, es necesario valorar la enfermedad que tiene y las expectativas de vida. Si el caso es extremo, contemplar la opción de la Eutanasia, claro esta no si antes haber intentado todo lo posible para que recupere su salud; pero si ya no hay nada que hacer en opinión del veterinario, es una opción que se debe considerar.
Si bien es cierto que para la gran mayoría de enfermedades de tu mascota hay tratamientos eficaces, existen otras llamadas terminales que no poseen cura, y prolongarle la vida a tu mascota con una de estas enfermedades se considera poco humanitario.
La muerte siempre ha impactado al ser humano y, por esto, a través de la cultura y de la historia, se han generado mitos y leyendas, de la misma manera sucede con la muerte de nuestras mascotas.
Se llega incluso a pensar que los animales perciben la proximidad de su muerte, pero nada está más alejado de la realidad: cuando tu mascota enferma, no conoce la gravedad de dicha enfermedad, y por ende no puede saber si está muriendo, simplemente se siente mal y esto la hace buscar los sitios más tranquilos de casa.
Lo que si es verídico, es que ante una enfermedad, el comportamiento de tu mascota varia, de ahí que esto nos sirva de señal para saber que algo no está bien y poder detectar a tiempo dolencias que en sus inicios pueden curarse.
5 Consejos para saber afrontar este triste momento de perder a una mascota
1. Lo mejor es hablar claramente, si el dueño es un niño y decirle la verdad. “ Lo más importante sentar al niño y explicarle que ante el sufrimiento que padece el animalito y ante la posibilidad de una curación, lo mejor es detener ese dolor. Aclarando que la mascota no sufrirá, y simplemente se quedara dormido”
2. Se aconseja hablar claro con los niños, ellos manejan de mejor forma la verdad. Esto les ayudara a tener herramientas emocionales para afrontar una situación natural de la vida.
3. Como familia pueden realizar una emotiva despedida, sepultando el pequeño cuerpo de la mascota o sembrar flores o plantar un árbol en las cenizas de esta si se decidiera cremarla.
4. La familia debe comprender que los días posteriores a la partida de la mascota no serán igual, pero poco a poco se ira asimilando el dolor. Se pueden hacer ejercicios, expresar en palabras el sentimiento de la familia tanto niño como adulto y escucharse mutuamente con respeto y cariño. Esto es importante porque cada miembro de la familia expresara sus emociones.
5. Debemos tratar de no cerrarnos, a la decisión de adoptar otra mascota, siempre hay un perrito o un gatito deseoso de una familia, al pasar el tiempo del duelo, lo mejor es considerar darle la bienvenida a otro ser especial en nuestra familia.
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Fuente: Petmi